Papá

Stoner
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Federico Jeanmaire
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Papá

No recuerdo cuándo leí Papá, de Federico Jeanmaire, o cómo llegué a su lectura, sí puedo contar que lo leí cuando él no era identificado como uno de los ganadores del Premio Clarín, cosa que sucedió en el 2009, por la novela Más liviano que el aire, cuando ya tenía catorce títulos publicados, su nombre era reconocido en España y su carrera más que brillante.

La novela que yo leí, es la primera edición de Sudamericana, del año 2003, para entonces eran ocho los títulos con los que contaba en su haber, y a partir de entonces, tampoco puedo decir cuántas veces la recomendé, con suerte disímil, ya que según pude comprobar, tiene muchos detractores. La clave para entender por qué, está en algunos de sus conceptos. “Creo en una literatura más cercana al arte que a lo intelectual, y en eso me parece que me diferencio bastante de muchos escritores”, lo cual me parece más que acertado.

Papá es una novela autobiográfica, que el autor contó en reiteradas entrevistas que empezó a escribir sin saber que iba a ser un libro. “El día en que supe que mi viejo se iba a morir, llegué a casa, abrí un archivo en la computadora y le puse Papá. Quizá porque es mi forma de expresión, mi manera de ser en el mundo, empecé a escribir”.

Como toda novela autobiográfica, seguramente el efecto que cause en cada lector dependerá de su propia historia, de la identificación con lo que el protagonista experimenta y de las respuestas que encuentre en la historia, cada quien. Porque como el mismo autor reconoce, él solo escribe sobre cosas que se pregunta y está convencido que sus novelas no concluyen o por lo menos su búsqueda pasa en todo caso, por conseguir que si hay alguna conclusión o moraleja, la ponga el que lee. Lo cual no es poco.

De ese título tan sencillo, contó alguna vez que ya firmado el contrato, se publicó Mamá, de Jorge Fernández Díaz y por sentir que sonaban muy iguales o que podía emparentárselos, quiso cambiarlo, pero Sudamericana no aceptó, lo cual a la postre terminó agradeciendo al sentir que no podía llamarse de otra forma.

Papá es una historia que tal como comprendió Jeanmarie después de escribirla como escribió todas las historias (porque tenía ganas de escribir sobre algo), no dice ese algo solo para él, también puede decirle cosas a otros.

Como dijimos en otras reseñas, en Mégara creemos que el argumento o la sinopsis se encuentra en la contratapa, lo que nos gusta es descubrir lo que está más allá, lo que animó al autor a escribir una novela autobiográfica. En este sentido creo que lo dice mucho mejor el propio Jeanmarie.

“…mi viejo era un tipo súper seco, no hablaba, jamás te daba un beso, nada. No existía…cuando yo era chico lo amaba perdidamente. Mi libro Papá es un intento de entender el amor como cosa inexplicable, porque no sé si tengo tantas razones para amarlo como lo amé. No es que yo sepa lo que quise escribir con ese libro, empecé a escribir porque no sabía. Ni sé.”

Las diferencias generacionales, el contexto social, la distancia que se salva afortunadamente o por desgracia, ante la enfermedad y la muerte como destino inexorable y con fecha cierta, en algunos casos. El amor como cosa inexplicable, en este caso al padre. Tanto como para sentirlo pese a la ausencia de toda una vida. Lo digo por haberlo experimentado, mi padre murió cuando yo tenía nueve años, a sus 47, hoy tengo más años de los que él tenía, y para mí es algo alucinante. ¿Qué es lo que amo?, ¿a mi padre o su imagen?, ¿hay razones para amar tanto a quien no se conoce más que por lo que nos contaron?.

Jeanmarie no busca concluir con lo que escribe, escribe porque se pregunta, cómo le nace, y nos deja pensando, haciéndonos nuestras propias preguntas, si hay conclusiones, cada uno saca las suyas, podemos intercambiar, discutir, comparar, discrepar, somos libres, como libre es su escritura. Nadie siente o expresa el amor, el dolor, la tristeza, la incomunicación, el miedo, de la misma manera, él lo hace escribiendo, disfruta aunque duela como en el caso de Papá.

“… escribí una novela autobiográfica que se llama Papá, muy dolorosa porque mi viejo se estaba muriendo mientras tanto, y la disfruté. Disfruté del dolor, si cabe el oxímoron. Un amigo me decía: por qué no esperás, qué necesidad tenés de sufrir. Yo le decía que quería disfrutar de escribir en medio del dolor, no recordar el dolor un tiempo después. En la vida hago lo mismo, cuando me pasa algo malo disfruto de estar mal. Es así. Escarbo, me encierro hasta que llego a alguna conclusión.”

No hay golpes bajos, sí su estilo tan peculiar.

Párrafos interrumpidos por una oración de una palabra, dos o tres. Cosa rara. No lo creo. No sé. Nunca. Jamás. Para siempre.

Él escribió su historia. Su padre se estaba muriendo. Papá es su duelo.

Biografía del Autor


Ediciones

Papá fue editado por Editorial Sudamericana en 2003, ese ejemplar donde una foto en sepia lo muestra erguido al lado de su padre, no sé cuándo desapareció de mi biblioteca donde están desde Prólogo anotado, hasta Fernández mata a Fernández, La patria y otros títulos, claro. ¿Dónde está Papá?. La reedición de Seix Barral, del 2007, es la que regalé y hoy tomé de una biblioteca que ahora comparto, para fotografiar. La de Edhasa es la publicación más reciente, de 2015.

Sandra Patricia Rey
Sandra Patricia Rey
Autora del libro de cuentos Matrioshkas; Pegaso, un libro infantil ilustrado; y de los poemarios No hay más vuelos reales (Editorial En Danza) y Altar doméstico (La Ballesta Magnífica)

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