Nuestra historia

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Nuestra historia

“Conoces lo que tu vocación pesa en ti. Y si la traicionas, es a ti a quien desfiguras; pero sabes que tu verdad se hará lentamente, porque es nacimiento de árbol y no hallazgo de una fórmula.”

Antoine de Saint Exupery

Había una vez un hombre, abogado de profesión, periodista y esforzado negociador con la realidad. Un gran lector.

Había una vez un hombre orgulloso de no haber renunciado a escribir. Un escritor.

¿Pero qué es un escritor? Según Ernesto Sábato: “El escritor debe ser un testigo insobornable de su tiempo, con coraje para decir la verdad, y levantarse contra todo oficialismo que, enceguecido por sus intereses, pierde de vista la sacralidad de la persona humana.”

Pedro Ugarte es un escritor, y su último libro de cuentos, Nuestra historia, publicado por Páginas de Espuma, demuestra sobradamente que la gran vocación de la literatura es hacer sentido de nuestra vida. Algo, al decir de Todorov,  olvidado a menudo por gran parte de los escritores, la crítica y los profesores, que “la encierran en un ejercicio estéril, puramente formal.”

Tzvetan Todorov en su ensayo La literatura en peligro, confiesa que no puede prescindir de las palabras de los poetas, de los relatos de los novelistas: “Me permiten dar forma a los sentimientos que experimento, ordenar el curso de los pequeños acontecimientos que constituyen mi vida. Me hacen soñar, temblar de inquietud o desesperarme.” (pág. 83, Edición de Galaxia Gutemberg).

Un personaje literario, Jorge, atraviesa la obra entera del bilbaíno: de seis novelas, en cuatro es el protagonista; de ochenta cuentos, protagonizó setenta. Y lo que Jorge no sabe es cuánto lo he acompañado, cuánto me ha acompañado, y cómo algo distinto reverberó en mí, en cada relectura.

En Nuestra historia, ese artificio literario, funciona de tal forma que todo lector puede seguir la vida del personaje e identificarse. Jorge se enamora y se desencanta, recuerda y olvida, teme y se enoja, y al igual que cada uno de los otros personajes que pueblan cada historia, nos conmueve y nos provoca.

Definitivamente, Verónica hacía una cosa muy extraña entre los seres humanos: pensar en lo demás. Era algo que le salía sin esfuerzo, algo que formaba parte de su vida como dormir o como respirar o, más exactamente, como pintarse las uñas de los pies mientras veía  la televisión.”

Nuestra historia es un libro de interiores y cada personaje es mostrado en sus miserias y sus virtudes, de tal forma que convocan al lector, que lo interpelan, y lo hacen reflexionar sobre la felicidad, tan esquiva para algunos, en estos tiempos de crisis, que ponen en jaque valores y creencias.

Pedro Ugarte escribe sobre algo muy olvidado, desde hace mucho tiempo atrás: los sentimientos contradictorios del corazón humano, que, “por sí solos pueden ser tema de buena literatura, ya que únicamente sobre ellos vale la pena de escribir y justifican la agonía y los afanes”; como bien señaló William Faulkner en su discurso de aceptación del Premio Nobel.

“Aprender que la máxima debilidad es sentirse temeroso; y después de aprenderlo olvidar ese temor para siempre, no dejar lugar en su arsenal de escritor sino para las antiguas verdades y realidades del corazón, las eternas verdades universales sin las cuales toda historia es efímera y predestinada al fracaso: amor y honor, piedad y orgullo, compasión y sacrificio”; decía en esa fantástica alocución.

Cada una de las historias de este libro versa sobre alguna de esas verdades universales y ninguna nos deja inertes.

«Siempre proyectamos la responsabilidad de la crisis en los demás«, dice el autor, al tiempo que nos invita a reflexionar sobre la cuestión y asumir la propia, como el punto de partida para iniciar la búsqueda de la verdadera felicidad.

Si tuviera que elegir, “Días de mala suerte”, “Verónica y los dones”, y el fantástico “Mi amigo Böhm-Bawerk”, son tres de los relatos que más me han conmovido. Quizás alcance con decir que no puedo contabilizar las veces que los he releído y las que los compartí. La gran virtud de Pedro Ugarte es conseguir que sus historias repiquen en el lector.

El primero de los relatos, está dedicado a Medardo Fraile, y me gusta pensar que no es casualidad. En una entrevista de Sergi Bellver, para Revista de Letras, además de confiar que corregía mucho y escribía a mano, el cuentista de nunca acabar, reveló cuáles eran para él las señas de identidad de un buen cuento.

“Decirlo todo sin contarlo. Dejar caer al autor sobre ellos con lo que en ese momento sienta, piense, añore, busque, con espíritu de compañero de viaje. El cuento ha de tener alma y el alma es inasible, es, según dicen, esos gramos de peso que pierde el cadáver del hombre en el instante de morir. En el cuento deben oírse ecos, como en la vida humana hay ecos que no son aparentes, pero configuran el misterio de cada cual. Los ecos dan consistencia real a los personajes y a las situaciones en que se encuentran.”


Diez cuentos con alma son los que conforman Nuestra historia, y cada uno de ellos deja oír ecos, que resonarán en cada lector, de manera diferente.

«Hay personas que reflexionan, melancólicamente, sobre los muchos libros que les quedan por leer, pero para mí, consagrado al universo de una antigua biblioteca, la relectura era un placer sereno, el retorno a un país ya conocido

(del posteo después de la relectura de mi amigo Böhm-Bawerk, una mañana de noviembre en Buenos Aires, en la que mi estado de ánimo era lo más parecido a la felicidad).

Pedro Ugarte. Nuestra historia. La suya, la mía, la de cada lector.


 

Ediciones

Mi ejemplar es de la primera edición de septiembre de 2016, de Páginas de Espuma.

¿Qué editorial es esa?, pues una que se dedica al cuento o vive del cuento. La dirige Juan Casamayor, que recientemente estuvo en México para recibir el premio al Reconocimiento editorial, que otorga la FIL. El editor está convencido que el cuento es un género cómplice y sugerente como pocos. Un género que demanda esfuerzo y devuelve placer. Un género con el que le gusta convivir y vivir. Así nos dijo, pueden comprobarlo por ustedes mismos en una entrevista que nos concedió. Además, enterarse lo que dice del autor...

Sandra Patricia Rey
Sandra Patricia Rey
Autora del libro de cuentos Matrioshkas; Pegaso, un libro infantil ilustrado; y de los poemarios No hay más vuelos reales (Editorial En Danza) y Altar doméstico (La Ballesta Magnífica)

2 Comments

  1. Pedro Ugarte dice:

    Muchas gracias por la lectura (incluso por la relectura), querida Patricia. Y comparto tu visión del libro.
    Seguiré comentarios de Mégara…

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